Por lo general cuando un integrante de la cúpula del gobierno lleva a cabo públicamente cuestionamientos de autocrítica, se suceden repercusiones casi en lo inmediato.
Hasta ahora no las ha habido, después que el Ministro del Interior dijo que el Partido que siempre ha estado priorizando el programa, "se encuentra ahora en una discusión de candidaturas, en ninguno de los cuales veo proyectos de país, no los identifico y no hay planteos de hacia dónde van".
El jerarca dijo que ve que muchos dirigentes de su partido se plantean que el Frente Amplio "indiscutiblemente ganará" pero advirtió que como están las cosas no se trata de esperar pasiblemente el triunfo, sino de construirlo, porque puede resultar un error muy importante en política.
Ayer al tiempo que se conoció la decisión del Ministro de Trabajo Ernesto Murro de bajarse de la candidatura, y de conocerse la opinión de Bonomi en el contexto de las mismas declaraciones indicadas más arriba, en cuanto a que "no veo una fórmula del Frente Amplio sin una mujer", la atención de los economistas pareció estar en las calificaciones de Fitch Ratings que si bien mantuvo el grado inversor en BBB, indicó que "una alta y creciente deuda pública está erosionando el espacio de políticas para enfrentar hechos adversos en un contexto de condiciones financieras más estrictas y un entorno macroeconómico desafiante en la región".